Me encantaría decirles que algún día olvidaran el abuso vivido, pero se que no es posible, solo se que podemos llegar a tener una mejor relación con aquella vivencia.
Por que el abuso sexual lo invade todo, las secuelas que nos deja en nuestras vidas son innumerables, como me gustaría realmente ser un faro de luz para quien me lee, cuando mas haya de poder reponernos, vemos en nuestro alrededor que los abusos sexuales siguen ocurriendo, por que los violadores gozan de impunidad.
Como realmente reponernos si los abusos sexuales continúan ocurriendo frente a nuestras narices, me pregunto si habrá alguna forma de poder realmente parar con esta aberración.
El estado no nos hace justicia y vemos como los agresores sexuales continúan viviendo libres de polvo y paja. Sintiendo que esta realidad será perpetuada históricamente hasta que haya realmente una política de estado que los sancione con todo el peso de la ley.
Se que este texto mas que aportar esperanza nos deja con una enorme sensación de desesperanza. Pero no todo en nuestras vidas lo es, debemos agradecer nuestra fuerza, porque hemos logrado seguir con vida y recuperamos la esperanza cuando decidimos sanar.
Los testimonios que leo a diario me hacen sentir tal impotencia, por que haga lo que haga, los abusos sexuales seguirán siendo parte de nuestra cotidianidad.
Por esta razón es importante comenzar el camino iniciático de la sanación, creo que es la única forma de hacernos justicia y de evitar que los abusos se sigan perpetuando en la sombra del silencio y la impunidad.
Hay que hablar de abuso sexual en todos los espacios que habitamos, hasta que sea normal hablar de esto que nos avergüenza, que el mundo se entere que ya dejo de ser un secreto un tabú, y que ya estamos hartas que siga siendo una realidad en las vidas de niñas y niños.
Reconocer que hemos sido victima de este delito, para mi es una forma de prevenir que estos sigan ocurriendo en la impunidad, ya sabemos lo que esta vivencia nos trae a nuestra vida, esta misma nos ayuda a ser mas intuitivas a la hora de sospechar y denunciar un abuso, lo que nos impulsa innatamente a proteger a las niñas y niños, evitando que los abusos se sigan perpetuando frente a nuestras narices.
Cuando aceptamos públicamente ser una sobreviviente de abuso sexual, abrimos la puerta a nuestra libertad y realización, nos damos cuenta, que somos mucho mas que la única experiencia de abuso sexual, reconocemos nuestra fuerza, nuestro coraje de mantenernos con vida y nos damos cuenta de que ambicionamos fuertemente una vida mejor.
Muchas sobrevivientes declaran tener ideas suicidas, y se que es una real opción cuando vivimos las secuelas del abuso en soledad, cuando nuestras familias nos dan la espalda y prefieren proteger al agresor. Por esta razón creo que es urgente activar una gran red de recuperación de nuestras vidas, por que creo que así, hacemos justicia, y nos convertimos en grandes activadoras de protección a la infancia y de todo quienes nos rodean.
Se que no, es fácil volver a confiar, que es todo un trabajo creer en la belleza de la vida, pero dentro de un grupo de pares es posible, necesitamos volver a confiar en nosotras mismas, y comenzar a crear nuestra propia realidad, y abandonar la realidad que el abuso sexual nos impuso vivir.
Recordar el abuso sexual, nos duele y nos vuelve vulnerables, pero es necesario vivirlo, cruzar este umbral de dolor, para liberarnos de esas cadenas que nos han mantenido atadas a una vida que no escogimos.
Cuando aceptamos que, si nos ocurrió, nos despojamos de las culpas y vergüenzas. Comprendemos lo que hemos vivido y honramos los mecanismos de defensas que nos han hecho sobrevivir.
Luego de la lluvia vuelve la calma y nos volvemos a nosotras mismas, con la única convicción de que una vida mejor es posible. Nos merecemos TODO lo mejor y hemos venido a la vida a ser felices. No a sufrir y condenarnos a las secuelas de una experiencia que no escogimos.
La terapia de abuso sexual que propongo une la terapia convencional con las terapias holísticas que he recorrido en estos años de crecimiento personal.
Esta forma de abordaje que va de lo colectivo a lo individual y viceversa nos invita, a comenzar y crear una nueva vida, apoyadas dentro de un grupo de contención de absoluta confianza y discreción, devolviéndonos el poder de escoger los colores con los que queremos colorear nuestra vida.
Realmente podemos ser felices, podemos comenzar a reír y disfrutar de las simplicidades de la vida. Por que luego de cruzar la crisis curativa del recuerdo, nos encontramos con nuestra real esencia y somos libres para elegir como vivir.
Es posible sanar nuestra vida y escribirla como se nos ocurra, con la única misión de ser realmente felices y plenas, en coherencias consigo misma.
Estamos llenas de vida y existencia, y si nos hemos mantenido con vida hasta aquí es por que realmente estamos convencidas de querer vivirla y realizar nuestros sueños y propósitos.
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